Pura Vida

Recién vuelvo de unas cortas vacaciones por Costa Rica, donde tuve la oportunidad de visitar la ciudad de San José y las provincias de Alajuela y Heredia.

Un país pequeño que hace gala de su nombre y que me impresionó por lo agradable de su clima, el verdor de sus paisajes, la belleza de todos los jardines en casas edificios y negocios bien mantenidos que muestran colorida variedad de flores y principalmente el manejo de sus elementos naturales para la investigación, turismo y conservación de la biodiversidad.

También el delicioso y rico aroma a café que pinta los valles y está tan arraigado en la historia y cultura de este país junto a otros rubros como la caña de azúcar, cultivo de plantas ornamentales piñas y fresas que muestran que se puede del dicho al hecho.

Ni menos dejar pasara por alto acerca de la amabilidad de sus ciudadanos, conscientes estos que una de sus fuentes de divisas es a través de la atención y servicios a los turistas que anualmente eligen este país como su destino.
Por todo ello, lo que aprendí de los ticos -¡Pura vida!- para referirse a que todo está bien...