Al recorrer San José y sus alrededores, me provocó estar en casa para llevarme un ramo de flores y adornar mi entorno íntimo. Imagino como serán las casas por dentro; adornaditas con las flores cultivadas en sus propios jardines o traidas de los centros de producción donde tienen el cuidado y cariño para llevar a los mercados.
Y, es que este país de gran tradición agrícola, es además exportador de plantas ornamentales y flores a los países nórdicos.
Flores por doquier engalanan casas, edificios, parques, restaurantes, bancos y hoteles entre otros para deleitar nuestra vista con primorosos colores y variedades propioas de un clima mite.
Entre ellas las hortensias -mis preferidas en las regiones de climas más fríos-, orquídeas, y una flor roja de maracuyá que no conocía.
Esto sigue siendo ¡Pura Vida!
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