Coincidiendo con el día de fundación de la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) cada 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación, que busca concienciar sobre el problema alimentario y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza.
Este año el tema y preocupación ha girado en torno la "Seguridad Alimentaria Mundial: los desafíos del cambio climático y bioenergía".
Para Alexander Mueller Director Adjunto FAO para Gestión de Recursos Naturales y Medio Ambiente "el calentamiento global es ya una realidad y las estrategias de adaptación han pasado a ser una cuestión urgente, en especial para los países pobres más vulnerables, ya que cientos de millones de pequeños campesinos, pescadores y personas que viven de los bosques serán los más afectados por el cambio climático. Es necesario desarrollar con urgencia estrategias de adaptación, sobre todo en los países con menos recursos -donde viven la mayoría de los 920 millones que sufren de hambre-revisando los planes del uso del suelo, los programas de seguridad alimentaria y las políticas pesqueras y forestales para proteger a los pobres del impacto del cambio climático”
Amenazas
La vulnerabilidad de los peces al cambio climático según la variación de las temperaturas de las aguas donde se encuentran afecta su crecimiento, reproducción metabolismo e incrementará las posibilidades de padecer enfermedades lo que llevará al desplazamiento de los bancos de peces dejando sin alimento a miles de personas.
La escasez de agua, reducción de lluvias o inundaciones se traducen en peores cosechas, pèrdidads de las mismas y menos cantidad de alimentos.
La subida del precio de los alimentos, la incidencia de los biocombustibles y el petróleo también son amenazas a tomar en cuenta a la hora de pensar en la seguridad alimentaria mundial.
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