

para aderezar con un poco de aceite, sal y jugo de limón, muy frecuentes en las mesas chilenas.
A pesar de lo presentaditas que se ven, me inquietó saber sobre los aspectos de higiene al manipular estos vegetales por parte de las personas que los expenden y que requieren ser lavadas con cautela debido a los microorganismos y pesticidas que traen consigo y que en muchos casos se traducen en problemas estomacales para quien las ingiere. Mis guías me recomendaron no antojarme bajo el embrujo de que estaban listas y frescas.
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