18/1/12

Alimentación, motor y combustible


Revisando distintos portales en estos primeros días de 2012, me he encontrado con infinidad de buenos consejos y estímulos para ponerse en forma y perder peso, luego de la ingesta de comidas, dulces y etcéteras que se suceden en navidad y fin de año, y que posponen el cuidado en la alimentación como propósito de nuevo año.

Mi lista de 2011 no fue distinta a la de muchos, solo que a finales de agosto decidí visitar a una médico especialista en nutrición para perder unos kilos en pocas semanas...  Para mi sorpresa la especialista no me dio dietas instantáneamente sino que primero me examino, evalúo mis indices (agua, grasa, presión entre otros) y los datos de mis hábitos, suministrados en un cuestionario. Semanas después me invitó a una charla que organiza bimensualmente  y ese día me entregó un cuaderno (nada de emails o documentos por internet) adaptado a mis necesidades y hábitos; con rutas, consejos y recetas para iniciar la aventura de ser consciente de mi alimentación y poco a poco he ido adaptando, cambiando y organizando mi cotidianidad en función de estos consejos.

Hoy consciente de mi alimentación lo veo como el acto de nutrirse, cuidarse y disfrutar de una verdadera calidad de vida más allá de la necesidad y el placer de comer o verse bien. He bajado de peso no tan rápido como cuando fui a la consulta, me veo bien y progresivamente iré compartiendo lo aprendido y vivido durante estos meses de cambios al igual que este espacio.
Nuestro cuerpo es nuestro principal motor, el combustible con que lo alimentemos nos ayudará a estar sanos. 

¡Hasta pronto!