Con la llegada del fin de semana, les animo a compartir una comida preparada por ustedes, una comida que puedan disfrutar en la intimidad de la familia y allegados.
Eso si, pensemos siempre en los que no pueden tener la gracia de llevarse alimento alguno a la boca y dejemos que nuestro corazón actúe ante el necesitado, no solo de alimentos, quizá de una palabra de aliento o de una mano amiga que le ayude a levantarse.
!Feliz fin de semana de fraternidad!
