21/9/10

Al calor del fogón





El padre Humberto sabe lo delicioso contenido en la olla
Culminada la misión Chaguaramas 2010, en la casa de los padres del sacerdote Humberto, nos esperaba una acogida familiar organizada para sus hermanos eudistas. Sabor de hogar, cariño y atenciones en un poblado rural que a todos regocijó el alma, y que una vez que se bendijeron los alimentos vino la frase acostumbrada:  "la cruz arriba y la comida para la barriga" y así comenzar el festín,  que desde la llegada husmeabamos.
 
Los tamarindos de la casa se posaron en la mesa en grandes jarras de jugo, endulzados con papelón y ayudando a refrescarnos del calor, y de antesala a la suculenta sopa de mondongo, con sus verduritas a tono y su  tantito de azúcar, como nos gusta acá en oriente; servido en platos no tan pequeños nos hizo  ser moderados para continuar con otro el plato de maíz tierno, que ayudamos a moler.
 
Pbro. José Antonio Sabino ayudando a moler el maíz
Así, llegaban a la mesa humeantes cachapas que nos encargamos de humectar con margarina -había, pese a la escasez de estos tiempos- y que acompañamos con los quesos, hechos por los señores de los hatos y fincas que se encuentran en la misma comunidad. 

La dueña del fogón, orgullosa de sus cahapas con parte de los comelones
Degustando catalinas y cafecito, esperamos que el aguacero se apaciguara, para proseguir el camino rumbo a casa.
 
¡Horas y momentos que Dios nos regaló luego de llevar su palabra!