Me encantan los restaurantes que llaman al cliente y nada mejor que describir el menú en una cartelera que incite a entrar; me dice que es comida fresca del día y no como aquellas cartas fijas, que parecieran tener años en el sitio y que muchas veces no encuentras ni la mitad de lo escrito en ellas; especialmente en este país donde muchos ingredientes escasean. Me dice que es una organización (por no mencionar solo al chef) que trabaja con los productos encontrados en algún mercado que le provee y puede ofrecer según la creatividad y la organización...
Esta, es la del restaurante de las máscaras y arlequines ubicado cerca de la casa de Pablo Neruda en Vaparaíso; cerro, en el que nos deleitamos degustando las delicias marinas que ofrece y el recuerdo del nobel chileno.
