La factura con el servicio incluidoLo mismo en lo que ando, la salud, los médicos y todas esas cosas ya contadas. Recientemente estuve en el Café Olé del Centro Médico Docente la Trinidad, pasado el mediodía y antes de ir al aeropuerto, luego de una evaluación de retina que me mantuvo en espera la mañana. aeropuerto.
Una queda con tal fotosensibilidad a la luz, que ni con lentes muy oscuros pasa tan fácilmente la incomodidad y en nuestro trópico pues ni se diga. Necesitaba estar en un sitio no tan iluminado ubicado en el restaurante y no en la terraza de dicho café.
La asunto fue que pase desapercibida por 4 mesoneros de turno durante casi 30 minutos en el área de la terraza, ya que ninguno mira a los lados y menos que alguien espera ser atendido. Pareciera que van tan ensimismados en la orden o que piensan que el restaurante posee una sola mesa. Total, luego de señas, uno de ellos logro verme y pude pedirle que me cambiase a una de las mesas internas, una vez fuese desocupada.
Al señalarme la mesa por supuesto fui a y espere junto a esta, con lo que tuvo el tupé de preguntarme, ¿Y, entonces no quería una mesa aquí? _Si, le recordé, pero deseo sentarme a comer en una mesa limpia y despéjada y así poder ordenar mi servicio. Recogió servilletas, platos y secó con tanto entusiasmo que me provocó irme, pero decidí tener paciencia y esperar otros 20 minutos para poder ordenar algo rápido. Que por supuesto esperé otros 30 minutos para ser servida.
Primero, siendo un restaurante, segundo ubicado en un centro médico tan reconocido, con gran afluencia de personas de todos los niveles económicos de cualquier parte del país tanto enfermos, acompañantes y personas que a diario tienen que al menos pasar un par de horas, para ser atendidos por el especialista que les corresponde, ¿No se habrán dado cuenta que el público que va a este restaurante es por la necesidad de comer y no por salir a entretenerse?
Me pregunto, ¿No es como para que los administradores gerentes o dueños del negocio le den unas clasesitas, consejitos y supervisión sobre atención y servicio a los empleados de este local?
Luego de recibir la cuenta la luz volvió a mis ojos y me di cuenta que se esmeran demasiado ya que el 10% de tan excelente servicio está asegurado y basta con eso.
Una queda con tal fotosensibilidad a la luz, que ni con lentes muy oscuros pasa tan fácilmente la incomodidad y en nuestro trópico pues ni se diga. Necesitaba estar en un sitio no tan iluminado ubicado en el restaurante y no en la terraza de dicho café.
La asunto fue que pase desapercibida por 4 mesoneros de turno durante casi 30 minutos en el área de la terraza, ya que ninguno mira a los lados y menos que alguien espera ser atendido. Pareciera que van tan ensimismados en la orden o que piensan que el restaurante posee una sola mesa. Total, luego de señas, uno de ellos logro verme y pude pedirle que me cambiase a una de las mesas internas, una vez fuese desocupada.
Al señalarme la mesa por supuesto fui a y espere junto a esta, con lo que tuvo el tupé de preguntarme, ¿Y, entonces no quería una mesa aquí? _Si, le recordé, pero deseo sentarme a comer en una mesa limpia y despéjada y así poder ordenar mi servicio. Recogió servilletas, platos y secó con tanto entusiasmo que me provocó irme, pero decidí tener paciencia y esperar otros 20 minutos para poder ordenar algo rápido. Que por supuesto esperé otros 30 minutos para ser servida.
Primero, siendo un restaurante, segundo ubicado en un centro médico tan reconocido, con gran afluencia de personas de todos los niveles económicos de cualquier parte del país tanto enfermos, acompañantes y personas que a diario tienen que al menos pasar un par de horas, para ser atendidos por el especialista que les corresponde, ¿No se habrán dado cuenta que el público que va a este restaurante es por la necesidad de comer y no por salir a entretenerse?
Me pregunto, ¿No es como para que los administradores gerentes o dueños del negocio le den unas clasesitas, consejitos y supervisión sobre atención y servicio a los empleados de este local?
Luego de recibir la cuenta la luz volvió a mis ojos y me di cuenta que se esmeran demasiado ya que el 10% de tan excelente servicio está asegurado y basta con eso.
La ensalada de las horas
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