Esperando que todas las madres hayan pasado un lindo día como el de ayer y todos los que siguen. Especialmente para mi mamá y todas aquellas a quienes conozco que han tenido el privilegio de tener hijitos.
El obsequio de ayer para el almuerzo fue la tradicional paella, que desde primeras horas de la mañana me dispuse a preparar. La recompensa fue el ver las caras satisfacción de todos los comensales que disfrutaron de este plato.
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